Puntos Gatillos Miofasciales


Un punto gatillo miofascial es un nódulo hiperirritable dentro de una banda tensa palpable formada por fibras musculares esqueléticas, es doloroso a la compresión y puede evocar un dolor referido característico (cada punto gatillo tiene un patrón específico), disfunción motora (debilidad del músculo y disminución de su tolerancia al esfuerzo) y fenómenos autonómicos (alteraciones de la sudoración, de la salivación, del lagrimeo…), así como trastornos propioceptivos que incluyen desequilibrio, mareo, tinnitus, alteración de la percepción de los objetos al levantarlos…).

Los puntos gatillo miofasciales (PGM) están comenzando a ser reconocidos como un componente esencial de las extremadamente comunes disfunciones neuro-músculo-esqueléticas. Ningún paciente con síntomas musculoesqueléticos ha sido atendido correctamente si no se le ha realizado una adecuada historia clínica y se le han examinado sus músculos en busca de los PGM que puedan estar contribuyendo significativamente a sus quejas en la esfera sensorial, y a sus habituales disfunciones musculares, tales como la inhibición refleja que se presenta como debilidad muscular, aunque es raramente atribuida a los PGM.
 Una destacable serie de artículos de investigación bien diseñada, que confirma la impresión clínica de que la mayoría de las cefaleas están causadas por PGM, está siendo actualmente publicada por numerosos fisioterapeutas españoles.
Componentes esqueléticos, tales como cualquier disfunción articular (por ejemplo, la articulación sacroilíaca de un paciente con dolor lumbar), deben ser identificados y corregidos. Todos estos factores básicos pueden interactuar fuertemente. Además, aquellos múltiples factores capaces de perpetuar los PGM y las disfunciones asociadas deben ser identificados y se han de tomar medidas correctivas.

Una de las formas más efectivas de tratar los Puntos Gatillos Miofasciales es la Punción Seca. Consiste en la introducción de una aguja de acupuntura atravesando la piel hasta llegar al Punto Gatillo, llevando a cabo una serie de manipulaciones a través de la aguja para desactivarlo. Un punto gatillo miofascial es un nódulo hiperirritable dentro de una banda tensa palpable formada por fibras musculares esqueléticas, es doloroso a la compresión y puede evocar un dolor referido característico (cada punto gatillo tiene un patrón específico), disfunción motora (debilidad del músculo y disminución de su tolerancia al esfuerzo) y fenómenos autonómicos (alteraciones de la sudoración, de la salivación, del lagrimeo…), así como trastornos propioceptivos que incluyen desequilibrio, mareo, tinnitus, alteración de la percepción de los objetos al levantarlos…).

Los puntos gatillo miofasciales (PGM) están comenzando a ser reconocidos como un componente esencial de las extremadamente comunes disfunciones neuro-músculo-esqueléticas. Ningún paciente con síntomas musculoesqueléticos ha sido atendido correctamente si no se le ha realizado una adecuada historia clínica y se le han examinado sus músculos en busca de los PGM que puedan estar contribuyendo significativamente a sus quejas en la esfera sensorial, y a sus habituales disfunciones musculares, tales como la inhibición refleja que se presenta como debilidad muscular, aunque es raramente atribuida a los PGM. Una destacable serie de artículos de investigación bien diseñada, que confirma la impresión clínica de que la mayoría de las cefaleas están causadas por PGM, está siendo actualmente publicada por numerosos fisioterapeutas españoles. Componentes esqueléticos, tales como cualquier disfunción articular (por ejemplo, la articulación sacroilíaca de un paciente con dolor lumbar), deben ser identificados y corregidos. Todos estos factores básicos pueden interactuar fuertemente. Además, aquellos múltiples factores capaces de perpetuar los PGM y las disfunciones asociadas deben ser identificados y se han de tomar medidas correctivas.
Una de las formas más efectivas de tratar los Puntos Gatillos Miofasciales es la Punción Seca. Consiste en la introducción de una aguja de acupuntura atravesando la piel hasta llegar al Punto Gatillo, llevando a cabo una serie de manipulaciones a través de la aguja para desactivarlo.